Cameron Diaz: “Prefiero ver mi rostro envejecer que uno que no me pertenece”

La actriz pone en el centro la conversación sobre el envejecimiento femenino en Hollywood y reivindica la edad como un privilegio, no un defecto.

Créditos: Getty Images

En medio de una industria que premia la juventud eterna y castiga cualquier signo de cambio, Cameron Diaz vuelve a instalar una conversación urgente sobre la forma en que hablamos y pensamos del envejecimiento, especialmente cuando se trata de mujeres.

Lejos de los discursos de perfección que dominan Hollywood, la actriz ha compartido reflexiones que invitan a mirar la edad desde otro lugar. Para ella, el simple hecho de envejecer ya es un privilegio. Envejecer es un privilegio, no todos pueden hacerlo. Si no envejeces, la única alternativa es que estés muerto”. Una frase fuerte que desarma la idea de que el paso del tiempo es una amenaza.

“Prefiero ver mi rostro envejecer que un rostro que no me pertenece”, fue otra de las declaraciones de la intérprete. Con ella, Diaz se distancia de la presión por borrar arrugas o congelar expresiones, un mandato que afecta especialmente a las mujeres en el ojo público, donde cada cambio físico es observado y evaluado.

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Pero su discurso va más allá de la apariencia. La actriz afirma: “No permitimos que otras mujeres envejezcan con gracia. Nosotras no nos permitimos envejecer con gracia. Con esto, apunta a una presión cultural profunda de la sociedad. No solo tememos envejecer, sino que juzgamos a otras mujeres cuando lo hacen. Y ese ciclo dañino debe romperse.

Cameron también cuestiona la idea de fracaso asociada al cambio físico: “Si no lucimos igual que cuando teníamos 25 años, sentimos que hemos fracasado”. Para ella, la vida consiste justamente en lo contrario. Hay que avanzar, transformarse y aprender. “Siempre quiero estar cambiando, envejeciendo, volviéndome más sabia, y eso para mí es un privilegio”.

En un momento en que la industria impulsa rutinas imposibles, filtros y cirugías como herramientas para permanecer en una versión eterna de la juventud, el mensaje de Cameron suena a resistencia, pero también a libertad, a soltarse de reglas que le han impuesto a las mujeres por tanto tiempo.


Cameron invita a cambiar la narrativa actual. La edad no debería percibirse como algo por corregir porque no es un retroceso, es una expansión. Y abrazarla es una forma de poder.


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