Lindsay Lohan responde a los rumores de face lift y revela su verdadera rutina de belleza
La actriz respondió a las especulaciones de cirugía estética y compartió los hábitos y tratamientos que sí forman parte de su rutina.
En los últimos meses, las redes se han llenado de comentarios sobre el supuesto face lift de Lindsay Lohan. Pero la actriz de Freaky Friday decidió hablar claro: no se ha sometido a esa cirugía. En cambio, confesó cuáles son sus verdaderos trucos para mantener un cutis luminoso y fresco, desde rituales caseros hasta procedimientos más comunes.
El verdadero secreto detrás de su look jovial
Más allá de los rumores, Lindsay Lohan está convencida de que la clave está en la constancia.
“Me encanta tener una rutina, y me gustan los horarios”, confesó. Su día comienza escribiendo en su diario, tomando té verde y desayunando con su hijo, antes de asegurarse de ir a pilates.
Ese orden también se refleja en el cuidado de su piel, al que llama “muy específico”. Cada mañana toma un jugo de zanahoria, jengibre, limón, aceite de oliva y manzana, además de litros de agua con chía y jugo de limón.
También incluye té verde, betarragas encurtidas, parches de ojos y serums en constante rotación. Y no falta lo que ella define como un paso infaltable: agua helada en la cara apenas despierta.
Retoques estéticos, el tabú que hay que romper
En cuanto a tratamientos estéticos, Lohan no duda en admitir lo que sí hace: “Todo el mundo se hace Botox”, dijo con naturalidad. Lo que descarta son procedimientos más invasivos.
Aunque probó el láser, decidió dejarlo porque su piel es demasiado delgada y sensible. “Mi piel cambió después de tener a mi hijo, se volvió muy sensible. Eso fue lo que realmente me hizo cambiar toda mi rutina, mi dieta y todo”, explicó, añadiendo que incluso se sometió a exámenes de sangre para identificar alergias y ajustar su alimentación.
Las especulaciones versus la realidad
Muchos medios y usuarios en redes sociales asocian que su look sano y juvenil en Freakier Friday se debe a una intervención quirúrgica extrema.
Su publicista lo resumió con dureza: “El problema de ser mujeres hermosas es que en cuanto se ven un poco diferentes, asumen que se hicieron un face lift. Es tan cruel”. A lo que la actriz responde con ironía: “¿Cuándo? ¿Con qué tiempo? ¿Dónde?”.
El glow de Lindsay no se explica con bisturís, sino por una mezcla de disciplina, hábitos saludables y un enfoque realista hacia la belleza.
Más que una cirugía, lo suyo es un balance entre disciplina y autocuidado.