Los secretos de Lindsay Lohan para mantener una piel joven
La respuesta es mucho más simple de lo que imaginas. Y no, no se trata de procedimientos extremos ni rutinas imposibles de seguir. Aquí te dejamos sus secretos mejor guardados.
Internet no para de hablar de lo mismo: ¿cómo es posible que Lindsay Lohan luzca exactamente igual que hace dos décadas? A los 38 años, la actriz regresa a las pantallas con "Otro Viernes de Locos" (Freakier Friday) y su transformación ha dejado a todos preguntándose si tiene acceso a una máquina del tiempo.
La rutina de skincare que realmente funciona
Lindsay confesó al medio Allure que no tiene una rutina de 15 pasos ni productos imposibles de conseguir. Su secreto está en la consistencia y en elegir bien.
Mantiene las mañanas minimalistas. Comienza el día con una toalla fría en el rostro y aplica una crema hidratante. "Me encanta que sea liviana, hidratante y no demasiado grasosa", explica.
Mientras espera a que se absorba todo bien, toma su té matcha y aplica parches para ojos.
Su maquillaje intenta mantenerlo ligero en el día a día. Un poco de base o corrector, máscara de pestañas y sombra de ojos en los momentos más importantes.
Así, en la noche puede retirarlo fácilmente con toallas desmaquillantes suaves, luego lava el rostro y reaplica su crema hidratante antes de dormir.
El cambio de mentalidad que transformó todo
La maternidad modificó completamente su relación con la belleza. Desde que tuvo a su hijo Luai en 2023, Lindsay adoptó una filosofía diferente: "Una cosa que he abrazado más desde ser madre es salir natural y no sentir la necesidad de ponerme algo en la cara todo el tiempo".
Durante el embarazo, eliminó ingredientes innecesarios de su rutina y mantuvo esa simplicidad. "Solía probar más sueros y hacer más tratamientos capilares, pero ahora mantengo las cosas muy básicas. Me di cuenta: ¿por qué usar algo que no puedo usar durante el embarazo?".
Tratamientos estéticos como aliados, no como obsesión
La actriz no le teme a los tratamientos estéticos modernos, pero los usa con inteligencia. Ha probado Morpheus, IPL y láser, pero con moderación: "Trato de no hacerlos demasiado, pero siempre me interesa saber qué más hay disponible".
La clave está en el equilibrio. No se trata de rechazar completamente la tecnología, sino de usarla como complemento, nunca como solución principal.
Lecciones de belleza desde la experiencia
Haber crecido bajo el escrutinio público le enseñó algo valioso: la presión por lucir siempre perfecta es innecesaria. "Creo que vivimos bajo la presión de vernos maquilladas, pero ya no me siento así. Solo quiero mirarme y amarme por quien soy".
Esta mentalidad se refleja en cada decisión de belleza que toma. No se trata de seguir tendencias o cumplir expectativas externas, sino de sentirse cómoda en su propia piel.
Al final, el secreto de Lindsay para mantenerse joven no está en un producto específico o un tratamiento revolucionario. Está en una combinación de cuidado consciente, simplicidad inteligente y, sobre todo, una nueva relación con su propia imagen.