Entre brillos, lentejuelas y plumas: las showgirls de Bob Mackie
Un diseñador cuya firma brillante marcó irreversiblemente la cultura visual en la era del espectáculo, y que hoy vuelve a pisar fuerte en redes, álbumes y alfombras rojas.
Bob Mackie es sinónimo de glamour extremo: vestuarios extravagantes, lentejuelas, plumas y transparencia dramática. Maestro de las transformaciones visuales, desde los shows televisivos hasta los conciertos, él convirtió el espectáculo en vestimenta.
Su legado no descansa: continúa siendo referente en la moda musical actual.
Un poco de historia…
Robert Gordon “Bob” Mackie, nacido en 1939, es uno de los más importantes diseñadores y vestuaristas de Estados Unidos. Se formó trabajando como bocetista para diseñadores de vestuario de cine como Edith Head y Jean Louis.
Ganador de múltiples premios Emmy, con nominaciones al Óscar y un Tony en su poder; ha vestido a decenas de estrellas, además de diseñar para teatro, televisión, escenarios y espectáculos de Las Vegas.
Las musas de Mackie
Cher fue su colaboradora más famosa. Desde los primeros programas como “The Sonny & Cher Comedy Hour”, creó para ella atuendos hipnóticos que mezclaban audacia, glamour y extravagancia.
Entre esos looks están los bodysuits con transparencias, los trajes con plumas y lentejuelas. Algunos diseños, como el famoso “nude outfit” o el vestido con efectos de ilusión, desafiaban los códigos de decoro televisivo y de la moda.
También vistió a figuras como Diana Ross, Tina Turner, Mitzi Gaynor, Carol Burnett, Liza Minnelli, entre muchas otras.
El legado que sigue vivo
Fue el encargado de diseñar el atuendo para la nueva era de Taylor Swift en su más reciente proyecto “The Life of a Showgirl”. El traje incluye detalles como bordados brillantes, ilusión de desnudez con telas especiales y una estética que homenajea la estética de cabaret.
Sabrina Carpenter también rindió tributo al trabajo de Mackie en los VMAs 2025 y en su after party “Sabrina54”. Utilizó un bodysuit original de Cher de 1975, con flecos y espejos; recuperó piezas vintage y las usó como declaración de estilo, conectando pasado y presente.
Bob Mackie no solo vistió épocas doradas: las creó. Su legado se mantiene vivo gracias a artistas que miran atrás para construir su imagen hacia adelante. En cada lentejuela rescatada, en cada vestido vintage que reaparece, el glamour se reinventa.