Bad Bunny entre los mejores vestidos del 2025
Después de un año histórico en su carrera, el artista suma un nuevo reconocimiento al ser destacado por Vogue como uno de los mejor vestidos de 2025.
Créditos: Vogue
Después de un año extraordinario, con un álbum ampliamente celebrado, una residencia histórica de 31 shows en Puerto Rico que rompió récords y el anuncio de que encabezará el show del medio tiempo del Super Bowl 2026, Bad Bunny suma un nuevo hito.
El cantante puertorriqueño fue elegido como uno de los Mejores Vestidos del 2025 por Vogue. El reconocimiento llega acompañado de la portada digital de diciembre, donde el artista reflexiona sobre su estilo, su música y el momento cultural que vive.
El reconocimiento de Vogue llega en el punto más alto de su carrera, consolidándolo no solo como uno de los artistas más influyentes del mundo, sino como un referente de moda capaz de experimentar, redefinir masculinidad y mezclar géneros estéticos sin límites.
Créditos: Vogue
Un estilo que evoluciona como su música
Según cuenta en la entrevista, para Benito vestirse es un proceso creativo tan emocional como componer. “Es como escribir una canción: cuando sientes la energía, cambias algo, pones otra cosa, lo ajustas… hasta que aparece algo realmente cool”, describe.
Este enfoque intuitivo se nota en cada una de sus apariciones públicas: desde el traje sin espalda de Jacquemus que llevó a la Met Gala hasta las colaboraciones con Adidas que mezclan moda, identidad y comodidad.
Su estilo no es solamente extravagante, también es narrativo. Cada look tiene intención, un contexto y un mensaje. Durante la era de “Debí Tirar Más Fotos”, la estética acompañó el concepto del álbum. Corresponde a una obra profundamente ligada a Puerto Rico y a su identidad, influenciada por la música jíbara, la salsa clásica y el reggaetón contemporáneo. Para Vogue, su vestuario fue “el equivalente sartorial” del disco. Atrevido, conceptual y profundamente personal.
Créditos: Vogue
Desde sus primeras alfombras rojas, Bad Bunny dejó claro que no era un artista convencional. Años antes de dominar las listas globales, ya llamaba la atención con un traje floral amarillo de Gucci diseñado por Alessandro Michele, un gesto que adelantaba su mezcla de irreverencia, teatralidad y libertad estética. Con el tiempo, ese mismo espíritu se convirtió en parte esencial de su marca artística. Lo que lleva puesto importa tanto como lo que canta.
Para el artista, la moda es otra forma de contar historias, y este 2025 lo confirmó como uno de los narradores más creativos de su generación.
