¡Vuelve el messy bun!: Cómo lograr el peinado que revive los 2000
Hay looks icónicos que se convierten en el símbolo y reflejo de toda una época y generación. Y hoy, un clásico de los 2000 promete encantar a los Centennials con su versatilidad.
Entre 2007 y 2008, Chile vivió el auge de la tribu urbana los “Pokemones”, quienes más allá de caracterizarse por escuchar reguetón, subir fotos en plano picado o vestir con pantalones pitillos y camisetas negras, destacaban por su pelo.
Una exótica mezcla influenciada por los mundos emo y otakus, con mucho gel y colores artificiales que iban desde el fucsia, hasta el azul.
Eran sumamente criticados, pero también llamativos; los flequillos cubrían un ojo por completo -o casi- y el pelo cortado con “machetazos”, en realidad, era el reflejo de un error intencional.
Se convirtieron en el símbolo de toda una generación y los looks de las y los adolescentes que fueron parte de este movimiento son recordados hasta hoy.
Algo similar ocurre con los looks de principios de siglo. En realidad, el revival del Y2K no ha dado tregua, y recientemente, Miley Cyrus trajo de vuelta uno de los peinados más típicos de los 2000: los tomates -o buns en inglés-.
Y sí, de la forma más dosmilera posible, con mechones sueltos, un fleco lateral y un toque sin esfuerzo que lo hace ideal para el diario vivir.
¿Cómo lograrlo?
Hay más de una forma de replicar ese icónico look que tanto Sandra Bullock, Gwyneth Paltrow o Cameron Diaz lucieron en los 2000.
Primero, puedes optar por, simplemente, hacerte un tomate en la nuca. No debe quedar perfecto, esa es la clave y entre más suelto, mejor. De hecho, lo ideal es que lo sujetes con un tiburón o incluso con un lápiz.
Otra forma, es seguir el ejemplo de Miley: tomar un bote de gel, una plancha de pelo y ponerte manos a la obra. Debes seccionar tu cabello en dos, y mientras sujetas la parte delantera con una pinza, debes atar la trasera en forma de tomate.
Luego, y con la sección que tenías tomada, marca una raya lateral (como flequillo) y unela a tu moño con una liga o clip delgado.
Así también, puedes inspirarte en Nicole Richie, quien en los mejores momentos del Y2K se dejaba ver con tomate, flequillo y cintillo.
La dinámica es la misma que con el anterior, sólo que aquí debes sumar un cintillo en forma de divisor o bien, puedes ponértelo primero y luego armar tu bun.
Un peinado desenfadado que se contrapone al clean look y que mientras crece el boom por los tonos beiges o blancos, invita a abrazar el desorden y a disfrutar la libertad que sólo daba la adolescencia.
Lo mejor, es un peinado fácil de lograr y que tal como los rostros de los 2000, puedes llevar hasta a los eventos más sofisticados, rompiendo un poco la formalidad y dándole un twist revitalizador.