¿Cómo lograr que tus botas de cuero sobrevivan a la lluvia esta temporada?
El frío, las precipitaciones y el barro pueden arruinar este tipo de calzado si no lo cuidas bien. Pero con estos tips fáciles —y sin gastar de más—, ¡puedes hacer que duren muchos inviernos más!
Créditos: Steve Madden
Aunque parezcan hechas para aguantar hasta las lluvias más intensas, te sorprenderá saber que estaciones como el otoño y el invierno no son, precisamente, las mejores épocas del año para tus botas de cuero.
De hecho, el exceso de humedad puede dejar este material opacado, cuarteado o, peor aún, con manchas que no saldrán sin importar qué trucos uses. ¡Por eso es importante cuidarlas desde la prevención con estos tips!
Impermeabiliza antes de la primera salida
¿Te compraste botas nuevas esta temporada? Antes de estrenarlas, protégelas. Un spray hidrofugante específico para cuero crea una barrera invisible contra la humedad. Aplícalo a unos 20 cm de distancia y repite cada dos semanas si las usas con frecuencia.
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Seca sin apuro (ni secador)
Si se mojan, nunca las pongas cerca de una fuente de calor directa. Mejor, rellénalas con papel absorbente o una horma de madera para que mantengan la forma y déjalas secar a temperatura ambiente. Sí, toma tiempo… pero te lo agradecerán.
Limpia el barro antes de que se seque
Apenas llegues a casa, pásales un paño suave apenas húmedo con agua tibia y un poco de jabón neutro. Así evitas que las gotas de barro o agua dejen marcas. Luego, seca bien.
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Hidrátalas (sí, como a tu piel)
El cuero también necesita nutrición. Una vez por semana, aplica una crema especial para cuero que lo mantenga flexible y luminoso. Si quieres ese brillo de pasarela, termina con una cera incolora o del mismo tono del zapato.
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Guárdalas con cariño
Nada de meterlas en bolsas plásticas o dejarlas apiladas. Usa bolsas de algodón que permitan respirar al cuero y guárdalas en un lugar ventilado. Y si están húmedas, ¡nada de esconderlas en el clóset! Déjalas secar bien antes.
Tip experto
Marcas especializadas como Steve Madden recomiendan repetir el sellado cada dos semanas y evitar a toda costa los secadores de pelo, que solo resecan y agrietan el cuero.
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¿Por qué importa tanto?
Porque un buen par de botas de cuero puede acompañarte por años si las cuidas bien. Y, también, porque consumir de forma consciente no solo es tendencia: es estilo con propósito.