Cómo quitar manchas del vestido de novia
Una mancha en tu vestido de novia no tiene por qué ser el fin de su historia. Con los trucos correctos y un poco de paciencia, puedes dejarlo impecable y aplica también para otras prendas blancas.
Una noche intensa, muchas emociones... y ups, una mancha que no estaba invitada. Desde vino hasta pasto o maquillaje, tu vestido puede haber sobrevivido al gran día, pero no ileso. Antes de que entres en pánico o cometas un error irreversible, respira.
Primero, no limpies sin saber
Antes de lanzarte con el detergente o meter el vestido en la lavadora (¡no lo hagas!), identifica de qué tipo de mancha se trata: ¿Vino? ¿Maquillaje? ¿Pastito del vals al aire libre? ¿Salsa de algo muy rico que valió la pena?
¡Cada tipo tiene su truco!
Actúa rápido, pero con cariño
Mientras más fresca esté la mancha, más fácil será sacarla. Pero este no es un trabajo rudo: usa toques suaves con un paño blanco limpio, nunca frotes con fuerza o la mancha puede esparcirse y será más difícil de limpiar.
Manchas comunes + soluciones efectivas
Vino tinto
Seca el exceso con papel absorbente.
Mezcla agua oxigenada (volumen bajo) con un poco de detergente líquido suave.
Aplica con un cotonito o paño blanco.
Deja actuar y retira con agüita tibia.
Base, labial o maquillaje
Usa una gota de desmaquillante bifásico en un algodón.
Presiona suavemente.
Si la tela es delicada (como seda o encaje), prueba primero en una zona poco visible.
Pasto o tierra
Deja secar la mancha.
Cepilla suavemente el exceso.
Aplica una mezcla de agua + vinagre blanco (mitad y mitad) con un paño.
Seca sin frotar.
¿Lavado profesional o casero?
Si el vestido es de telas como organza, seda, tul bordado o encaje antiguo, mejor llévalo a una tintorería especializada en vestidos de novia.
Pero si es un modelo más simple y quieres tratar de limpiarlo por tu cuenta, puedes lavarlo a mano en casa con agua fría y jabón neutro.
Tips preventivos
Siempre guarda el vestido limpio y seco: así te aseguras de que las manchas sean tratables a tiempo y evitas que se arruine con la humedad.
Evita fundas plásticas: prefiere una de algodón o lino.
Si te vas a cambiar a mitad de la fiesta: hazlo antes del pastel y antes del vino para que puedas disfrutar de tu noche especial sin preocupaciones.
Sabemos que el vestido de novia tiene más valor emocional que cualquier otra prenda, así que vale la pena tratarlo con cariño. Si la mancha persiste o no te atreves a tocarlo, siempre es mejor acudir a una tintorería especializada o tratar de reinventarlo.