El legado en pasarela: la última colección de Giorgio Armani
Un homenaje a la trayectoria del diseñador, que fusiona su estilo inconfundible con una mirada hacia el futuro de la marca.
En el cierre de la Semana de la Moda de Milán, la marca presentó la última colección diseñada por el mismo Giorgio Armani. Una recopilación de piezas que no sólo evocan su ADN estético, sino que también se erigen como un legado visual de elegancia fluida y sobriedad.
El desfile tuvo lugar en la Pinacoteca di Brera, transformada en un escenario íntimo donde la luz y la arquitectura dialogaron con cada atuendo.
El evento originalmente planificado como celebración por el aniversario 50 de la casa, se convirtió en un tributo emocional tras la reciente pérdida del diseñador.
Tonos y matices
La colección usó principalmente tonos grises, verdes oscuros y azules profundos, con detalles plateados en los looks de noche. También aparecieron colores tierra, que recordaban una conexión con la naturaleza y con los orígenes del difunto diseñador.
Materiales y volúmenes
Armani desplegó su dominio de telas ligeras y fluidas, combinadas con cortes estructurados que conservan movimiento y rigidez femenina.
Algunas piezas incorporaron reflejos metálicos o detalles brillantes, aportando sofisticación sin exagerar.
Herencia estilística
Este cierre de colección no fue sólo un desfile, sino una narración simbólica: la contraposición entre continuidad y transición. Armani volvió a sus códigos esenciales —sobriedad, calidad, elegancia discreta— pero lo hizo bajo una luz de despedida contenida.
En su despedida definitiva de la pasarela, Giorgio Armani no sólo mostró una colección: trazó una línea final fiel a su trayectoria.
Con sobriedad, precisión y profundidad estética, dejó una última lección de estilo que trasciende las tendencias. Lo que queda no es solo una firma, sino una forma de entender la moda como acto silencioso de permanencia.