El vestuario femenino lidera en frecuencia de compra durante el primer trimestre de 2025 en Chile
En la industria de la moda chilena, hay un mensaje claro: las mujeres siguen siendo las grandes protagonistas del consumo.
Más allá de cuánto se gasta por compra, lo que marca la diferencia es la frecuencia. Y en eso, el vestuario femenino lleva la delantera.
De acuerdo a los datos de Worldpanel by Numerator, entre enero y marzo de este año, las mujeres realizaron compras de vestuario con mayor regularidad que los hombres.
Según Forbes, si bien el ticket promedio por transacción en moda femenina fue de 17.509 pesos chilenos —menor que los 26.551 pesos en moda masculina—, la repetición de compra posiciona al segmento femenino como motor clave del retail y el ecommerce de moda.
La compra como hábito: moda femenina en el centro del consumo
A diferencia del comportamiento masculino, más concentrado y ocasional, las mujeres interactúan con la moda desde la continuidad. La ropa no solo cumple una función práctica, sino también emocional, identitaria y social.
Esta relación sostenida con el consumo convierte al público femenino en una audiencia estratégica para las marcas que buscan mantener vigencia y rotación de productos.
La compra frecuente también exige mayor diversidad de oferta, colecciones dinámicas y una comunicación ágil, adaptada a los ritmos de una consumidora que cambia rápido, observa tendencias globales y espera inmediatez tanto en tienda física como online.
Accesibilidad, diseño y propuesta de valor: lo que ellas buscan
Si bien los hogares de mayor ingreso siguen apostando por tiendas por departamento (46,1%) y marcas especializadas o internacionales (36,3%), buscando exclusividad y estilo, el comportamiento femenino también destaca en los segmentos medios y bajos (C3-D), donde las marcas de fast fashion tienen un peso relevante.
Allí, el acceso a tendencias a precios razonables es clave. La mujer chilena no solo busca vestirse bien, sino hacerlo en sintonía con su estilo personal, su presupuesto y su momento de vida.
Un canal digital que también responde a ellas
El crecimiento del ecommerce en moda es otra variable que acompaña esta tendencia. Hoy, el 5% del gasto en vestuario ya se realiza de forma online, y la penetración llega al 51% de los hogares en Chile. La mujer digital no solo compra desde el celular; compara, analiza, guarda favoritos y vuelve.
El canal online no reemplaza la experiencia física, pero sí la complementa y la agiliza, convirtiéndose en una herramienta útil para una consumidora informada y con menos tiempo. Las marcas que logren integrar ambos mundos —el físico y el digital— serán las que mejor capitalicen este perfil.