GQ Men of the Year 2025: Los looks que marcaron la noche
Los 30 años de GQ Hombre del Año se celebraron con un claro guiño a Hollywood de los 90, dejando una alfombra roja llena de looks inspirados en la década.
La celebración de los 30 años de GQ Hombre del Año no solo fue una fiesta de estrellas, sino un auténtico viaje al pasado. El dress code exigía ir con estilo de Hollywood de los 90, y el resultado fue una alfombra roja llena de guiños a los looks más memorables de esa década.
Materiales como seda, terciopelo, cuero y cortes sueltos evocaron directamente la estética de tiempos pasados. Incluso los accesorios aportaron a la vibra nostálgica: las corbatas de patrón clásico, especialmente las rayadas, fueron un recurso recurrente, haciendo referencia a íconos masculinos de estilo noventero.
Prendas de archivo
Una de las tendencias más fuertes de la noche fue la recuperación de piezas emblemáticas directamente desde los archivos de las casas de moda. Lejos de optar por looks recién salidos de pasarela, muchas celebridades eligieron prendas con historia, diseños que alguna vez marcaron un momento cultural y que ahora regresan con una nueva lectura.
Patrick Schwarzenegger, por su parte, rindió homenaje a su padre, Arnold Schwarzenegger, con un look inspirado en “Terminator 2”. El actor llevaba una chaqueta motoquera y pantalones de cuero, todo de Tom Ford, combinados con botas cubanas y gafas, recreando el estilo de los 90.
Quenlin Blackwell, una de las presentadoras del evento, apostó por tres piezas de archivo para distintas etapas del evento: un tubo top y jeans de Tommy Hilfiger usados por Aaliyah en 1997, un traje de terciopelo rojo de Gucci original de Gwyneth Paltrow, y un conjunto tipo falda de Mugler primavera de 1996.
Sydney Sweeney lució un vestido de terciopelo Versace de la colección otoño 1995, un diseño originalmente llevado por Eva Herzigová. Por su parte, Hailey Bieber apostó por un vestido vintage negro transparente con espalda descubierta, complementado con la icónica tanga de Gucci de 1997, pieza de archivo que incluso forma parte de las colecciones del MET.
Este homenaje a los años 90 no solo fue una decisión estética, sino un gesto consciente hacia la moda de archivo: reinterpretar piezas antiguas porque tienen valor, historia y estilo. Más que un retroceso, fue una celebración de cómo el pasado puede inspirar con relevancia hoy.