Vestuario sobre hielo: el estilo afilado de María Ignacia Castro, la patinadora chilena que compite con identidad

Desde el primer vestido que diseñó ella misma hasta los trajes de alta costura con cristales Swarovski que hoy usa en la pista, su estilo ha sido siempre parte de su identidad y una forma de expresión.

Cortesía de Yessy Brito

No todas las atletas diseñan sus propios trajes de competencia. Tampoco todas dibujan bocetos en su iPad, sugieren cuellos altos, piden guantes o proponen una silueta específica para acompañar una canción. Pero María Ignacia Castro sí.

Con solo 17 años, ella será la primera chilena en competir en el Junior Grand Prix de patinaje artístico sobre hielo. Y aunque hoy trabaja con diseñadoras profesionales, su sensibilidad estética sigue presente en cada elección.

“El primer año que entré al patinaje aquí, en hielo, yo diseñé mi vestuario de cero”, cuenta, un sketch inicial que después fue cambiando con ayuda de su equipo. La idea de este traje nació de una rutina de tango, la forma de María Ignacia de rendir homenaje a Argentina, el país donde comenzó a patinar.

Cortesía de María Ignacia Castro

Desde entonces, su participación en el vestuario ha evolucionado. Ya no siempre puede diseñar por falta de tiempo, pero sí opina, sugiere y propone.

Su mamá, Yessy Brito, reconoce que María Ignacia siempre ha mostrado interés en vestirse bien y combinar su ropa: “El buen gusto lo trae de chica. Tengo foto de ella que tenía, no sé, un año y andaba con collares, pulseras, carteras”, recuerda. “Ella siempre trata de influenciar mucho en su diseño (…) siempre aporta y queda bien”.

Cortesía de Yessy Brito

Estilo como lenguaje y expresión

Si hay algo que distingue a María Ignacia es su capacidad para convertir cada rutina en una puesta en escena. Y eso no se logra solo con técnica. La forma en que se viste también comunica: fuerza, dulzura, drama, nostalgia.

En una rutina interpreta Back to Black con un vestido negro y cuello alto con cristales Swarovski ; en otra, más suave, lo hace con tonos claros y siluetas delicadas. Ha pasado por Broadway, Chicago, baladas, y tantos estilos musicales como de vestuario.

Cortesía de Yessy Brito

Con entrenamientos de lunes a sábado, y con la mente en mejorar su técnica para alcanzar a las deportistas de su edad que llevan más años que ella en el patinaje, María Ignacia ha tenido poco tiempo para volver a diseñar. De hecho, tuvo que delegar la tarea a petición de sus coachs.

“Avanzó de nivel, también ya se empezaron a meter” dice su mamá, Yessy Brito. “«Muy bien tu diseño, tan bonito, pero nosotros también queremos que lo haga alguien ya un poquito más profesional»”, cuenta que les dijeron. Una pausa que no le impide seguir creando e imaginando.

Cortesía de Yessy Brito

Y aunque su vida gira en torno al deporte —entrena más de ocho horas diarias en Canadá y apenas tiene tiempo para vacaciones—, María Ignacia no descarta volver al diseño. Seguirá haciéndolo para cosas más casuales, como outfits diarios o para disfrazarse.

Pero dice que espera volver a trabajar en sus propios trajes una vez cumpla su sueño de posicionar a nuestro país en el deporte.


“Me gustaría seguir mejorando y seguir sacando el nombre de Chile más alto”, comparte la patinadora. “Que conozcan que en Chile también hay patinaje sobre hielo”.


Catalina Rebolledo Santana

Redactora Somos la Percha

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