Oasis: el caos que definió el estilo de una generación
Irreverentes y con un desdén por la moda que terminó impactando a toda una generación con un legado estilístico que se extiende hasta hoy.
Si hablamos de Oasis, hablamos de los hermanos Gallagher, cuya indiferencia y caos incluyeron la estética de toda una generación.
Antes de que el normcore fuera tendencia o de que las marcas de alta gama hicieran del britpop su propia estética, la banda británica ya estaba de moda.
Y no sólo por su música, sino también por su estilo que moldeó los 90.
Sin querer, instalaron una forma de vestir que sigue siendo una referencia estilística y lo hicieron con un desdén que se extiende hasta hoy.
Probablemente, ninguno de los hermanos quería influir en la moda, pero sus actitudes y peleas los convirtió en iconos que de las pantallas de MTV, saltaron a las calles.
Caos vs. Calma: la dualidad de los Gallagher
Bucket hats, cortavientos y una cerveza o un cigarro en la mano. Mientras Liam representaba el caos, Noel le daba vida a la calma.
El menor de los hermanos llevó el britpop de la forma más estilosa que se ha visto y en realidad, lo icónico de sus looks no radicaba en sus prendas, sino en su actitud.
Sus atuendos eran simples: jeans rectos, zapatillas clásicas, parkas M-51 gigantes y unos emblemáticos lentes redondos que homenajeaban a John Lennon.
¿Pero su actitud? Irreverente e indiferente, como si nada le importa -y probablemente, era así-.
No posaba, no calculaba, no buscaba agradar. Su postura —cabeza hacia adelante, manos atrás y un aire desafiante— terminó siendo una estética en sí misma.
En cambio, el mayor de los Gallagher aunque también encarnaba el caos de Oasis, lo hacía de forma más sobria, limpia y controlada.
Prefería chaquetas de cuero o gamuza, camisas bien cortadas y tonos neutros, dando la vibra de un músico que, a diferencia, de su hermano, sabía exactamente lo que estaba haciendo, y le importaba.
Su estilo era directo y sin adornos, transformándose en un referente de minimalismo y practicidad que junto a Liam, permitió que el britpop se instalara como una estética visual.
Las camisetas de fútbol dejaron los estadios y se hicieron parte del diario vivir y que las prendas comunes se transformaron en verdaderas tendencias.
Lo común se volvió deseable y lo cotidiano terminó por inspirar un estilo “callejero” que hasta hoy es una referencia cultural. Y donde lo importante es la actitud.