Ropa para clima cambiante: los materiales que marcan la diferencia
Más allá del sistema de capas, la elección de textiles es la clave para adaptarte a mañanas frías y tardes cálidas.
Con mañanas bajo los 10°C y tardes que superan los 20°C, vestirse en agosto es todo un desafío. Para lograrlo sin pasar frío ni calor, no basta con sumar prendas: elegir los materiales adecuados para cada capa hará que tu outfit sea funcional, cómodo y estiloso todo el día.
En Somos La Percha reunimos los materiales clave para que cada capa cumpla su función y te acompañe en cualquier momento del día.
Capa base: transpirabilidad y confort
La primera capa es la que está en contacto directo con la piel, así que su misión es mantenerte seca y cómoda.
Algodón: suave y natural, ideal para temperaturas no tan bajas.
Poliéster técnico(primera capa de midro fibra): perfecto para quienes se mueven mucho, ya que se seca rápido.
Capa intermedia: aislamiento
Aquí buscamos retener el calor, pero sin añadir demasiado volumen al outfit.
Lana merino: regula la temperatura y mantiene el calor.
Polar: ligero, cálido y fácil de lavar.
Mezclas de acrílico con fibras naturales: más económicas, pero con buena retención térmica si es mezclado con lana o algodón, evita prendas con sobre el cincuenta porciento de acrílico para que aporte abrigo.
Capa externa: protección contra viento y lluvia
La última capa debe protegerte de los elementos y ser fácil de llevar. Lo ideal es optar por gabardinas o chaquetas confeccionadas en materiales que combinen resistencia y ligereza.
Gore-Tex: impermeable y respirable, perfecto para días lluviosos.
Paño de lana impermeabilizado: ofrece calidez y un look elegante, manteniendo a raya la humedad ligera.
Cuerina o cuero: brinda protección frente a la lluvia y el viento, sin aportar un exceso de abrigo.
Vestirse para un clima cambiante no tiene por qué ser complicado si entiendes qué aporta cada material a tu look. Con las combinaciones correctas, podrás enfrentar mañanas frías, tardes cálidas y lluvias imprevistas sin perder estilo. La próxima vez que armes tu outfit, piensa en capas… pero, sobre todo, en los textiles que harán que funcione de principio a fin.