Temporada de verano: cuando el calor afecta nuestra autoestima

Para muchas mujeres, esta estación activa inseguridades y aumenta la presión sobre cómo “debería” verse el cuerpo.

Créditos: Getty Images

Los días de calor traen vacaciones, tardes que duran más, panorama al aire libre y mucha vitamina D. Sin embargo, también exponen el cuerpo de una forma distinta.

Las capas que en invierno funcionan como un escudo desaparecen, y con eso surge una sensación de vulnerabilidad que es más común de lo que pensamos y que afecta principalmente a mujeres.

“Históricamente hemos sido valoradas por cómo nos vemos. Todo el valor está puesto en la apariencia”, asegura Tania Contreras, psicóloga clínica, especializada en el acompañamiento de mujeres y disidencias.

Por eso, cuando suben las temperaturas y aparecen los shorts, vestidos y trajes de baño, también se manifiesta la ansiedad, la comparación y la presión social.

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“Nos quitamos ciertas capas de ropa que funcionan como escudos protectores frente al juicio de otros y al propio juicio”, comenta Contreras.

La experta en salud mental afirma la necesidad de querer taparse o no abandonar esos escudos termina siendo un arma de doble filo para nuestra salud emocional.

“Lo estoy haciendo como un mecanismo de defensa sin embargo esto termina alimentando la herida que me lleva a sentir este dolor”.

El fantasma del “cuerpo de verano”

A esto se suma el peso cultural detrás de la idea del “cuerpo de verano”: la publicidad, los estereotipos y las expectativas sociales instalan una vara imposible sobre cómo deberíamos vernos.

“La cultura es determinante en que tengamos dificultades de autoestima. Nos hace sentir que hay algo mal en nosotros, que algo nos falta o que algo nos sobra porque la mayoría no encajamos en este cuerpo de verano”, sostiene Tania.

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Y cuando efectivamente llegan panoramas como ir a la playa o a la piscina, esas imágenes se vuelven más presentes y las comparaciones se intensifican.

“Cuando estamos expuestos a otras personas, a otros cuerpos, inevitablemente comenzamos a compararnos”.

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En ese sentido, la especialista también responsabiliza a la industria de la moda en la autopercepción.

“Cuando buscan promover un cuerpo perfecto para ciertas épocas o para ciertas actividades, están afectando el desarrollo del autoconcepto (…) Toda esa información es internalizada ya que como creemos que deberíamos vernos, viene desde ahí, viene desde lo que la sociedad ha impuesto como cuerpo válido, como cuerpo bonito”, asegura.


¿Cómo sobrellevar estas inseguridades?

Contreras explica que evitar ciertas prendas por inseguridad solo refuerza la sensación de malestar:

“Siempre la idea es no exponerse a cosas que nos hagan daño. Sin embargo, en este caso el evitar ciertas prendas por inseguridad termina reafirmando esa inseguridad. Aquí la invitación es buscar prendas que se adapten al cuerpo…”.

La clave es que la ropa trabaje para ti, no tú para ella.

“Si hay algo que no me acomoda o con lo que no me siento bien debo cambiarlo. Debo buscar otra cosa con la que me sienta mejor y otras cosas que se adapten mejor a mis formas, a lo que me hace sentir cómoda, a lo que me hace sentir tranquila, en calma”, aconseja.

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Entender que no estamos solas también ayuda a bajar la ansiedad.

Los problemas de autoestima son más comunes de lo que pensamos, incluso en personas que parecen “encajar” en los estereotipos.

“Todos estamos luchando con esas exigencias que creemos que debemos cumplir. Al pensar que no soy la única y el saber que es un sufrimiento compartido nos hace sentir que no estamos tan solas en esto y que así como para mí es difícil para el otro también.…Es una forma de contención a nivel emocional”, explica la psicóloga.


Por eso, el ejercicio final es cambiar la conversación interna:

“Es importante la capacidad de escuchar las distintas voces que existen en mí. Así como aparece este yo crítico que dice que me veo mal, también es necesario darle espacio a una voz más compasiva”.

En esa misma línea, agrega: “Cada vez que te mires al espejo piensa en qué le dirías tú a una persona que quieres mucho, a un niño, a una niña que tiene problemas con su cuerpo”.


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