Viste La Calle Catwalk 2025: los diseñadores que están marcando el futuro de la moda chilena
Cinco diseñadores y marcas independientes se tomaron la pasarela con propuestas que cruzan la identidad, la experimentación y el streetwear local. Desde lo conceptual hasta lo urbano, así se proyecta el futuro de la moda chilena.
Viste la Calle volvió este 2025 con una nueva edición cargada de propuestas frescas, identidades potentes y una visión audaz de la moda chilena actual.
Este espacio se ha convertido en una vitrina clave para los nombres emergentes del diseño nacional, y este año no es la excepción. Aquí te contamos quiénes son los diseñadores y marcas que se presentaron.
RETROVISIÓN y su debut con NEXUS
La pasarela abrió con el debut independiente de RETROVISIÓN, y no pasó desapercibido. El dúo creativo formado por Antonio Zulic y Gonzalo Gac, junto a la diseñadora Josefa González, presentó NEXUS, una colección que llevó la propuesta de accesorios al límite de lo conceptual.
Diseñada para imaginar un futuro donde cuerpo y tecnología se funden en una sola entidad, NEXUS combinó materiales industriales, siluetas híbridas y accesorios que funcionan como extensiones del cuerpo. Fue una apertura poderosa, con estética futurista, actitud editorial y una puesta en escena que dejó una fuerte impresión.
CORA STREET VOL.2: cultura, calle y narrativa visual
“Dicen que no hay primera sin segunda”, escribieron en sus redes, y CORA lo confirmó con una vuelta aún más sólida. La diseñadora Yessenia Córdova regresó a Viste La Calle Catwalk con CORA STREET VOL.2, una colección que cruza la herencia peruana con la crudeza y estética del streetwear.
Textiles con textura, layering, prendas oversized y una paleta rica en colores tierra, acentos rojos y azul cobalto construyen un relato que mezcla raíces culturales con códigos urbanos. CORA no solo viste cuerpos, sino que cuenta historias.
Mondano x 4storg4: texturas, capas y futuro urbano
Desde el sur de Chile, Mondano debutó en la pasarela con fuerza, esta vez en colaboración con @4storg4. La colección MNDN EDGEX dejó en claro que el streetwear puede ser experimental, conceptual y emocional.
Describieron la colección como una propuesta que rompe con lo establecido, mezcla texturas y reimagina el futuro de la moda urbana. Con volúmenes oversize, layering extremo, materiales técnicos y una estética post-industrial definieron esta propuesta poderosa que mezcla sastrería urbana, identidad regional y visión de futuro.
Mun con NEW ROMANTICS: amor propio en forma de diseño
Antes de partir rumbo a New York Fashion Week, Javiera Méndez debutó en Viste La Calle Catwalk con su marca Mun y la colección NEW ROMANTICS, una propuesta intensa, emocional y profundamente personal.
La cápsula redefine el romanticismo desde el amor propio y la resiliencia, pero lo hace desde una estética teatral: siluetas que recuerdan al mundo del circo, volúmenes exagerados, cuellos dramáticos y una paleta que mezcla tonos suaves con contrastes más marcados. El resultado fue una colección que combina vulnerabilidad con potencia visual, sensibilidad con espectáculo, y que posiciona a Mun como una de las voces más emocionales de la moda chilena actual.
Shitoshit y CHILDSTAR: fama, drama y una pasarela llena de estrellas
“Se juntaron las estrellas” y no fue una exageración: el debut de @shitoshit fue protagonizado por influencers y celebridades del mundo digital, quienes se tomaron la pasarela con actitud pop y mucha nostalgia dosmilera.
La colección CHILDSTAR fue una oda (con tintes de crítica) a la vida —y el drama— de una estrella pop. Siluetas brillantes, telas glitter, plush, chokers, detalles de peluche y colores vibrantes revivieron la estética de los 2000, mientras exploraban la presión mediática, la fama precoz y la fragilidad detrás del espectáculo.
Una propuesta teatral, divertida y provocadora que convirtió la pasarela en un show con guiños a la cultura pop y a la sobreexposición de las estrellas juveniles.
La edición 2025 de Viste La Calle Catwalk fue más que una vitrina de talento: fue una declaración de principios. Con colecciones que hablaron de identidad, tecnología, emociones, cultura y espectáculo, esta generación de diseñadores dejó en claro que la moda chilena no solo está creciendo, sino que se está atreviendo a pensar distinto.
Desde colaboraciones inesperadas hasta narrativas personales llevadas a la pasarela, cada propuesta reveló una visión única de lo que significa vestir, comunicar y crear en este presente. Si esto es solo el comienzo, el futuro promete una escena local más diversa, experimental y con voz propia.
Y si te lo perdiste, solo te queda una opción: estar más atento para la próxima edición.
Porque la moda chilena ya no se está “construyendo”… está pasando.