El retorno del maquillaje 2YK: Zara Larsson lidera la nueva ola de color, brillo y fantasía en el pop

Si la era del “Clean Girl” se construyó sobre piel desnuda, labios casi invisibles y brillo apenas perceptible, Zara Larsson está encaminando el péndulo hacia el lado opuesto.

Créditos: Instagram @zaralarsson

En su nueva etapa, la cantante sueca está reivindicando un maquillaje que recuerda al pop de inicios de los 2000: colores explosivos, cristales, brillo y una estética que no busca pasar desapercibida, sino encender la emoción.

La responsable de este cambio visual es la maquilladora Sophia Sinot, quien se ha transformado en una de las voces más interesantes del maquillaje pop actual.

En una entrevista con Glamour UK, Sinot confesó que con Zara ha encontrado una identidad mucho más teatral, sensual y atrevida, que le permite presentarse no solo como cantante, sino como espectáculo visual completo.

Créditos: Instagram @sophiasinot

La estética de esta nueva etapa se construye desde el exceso: ojos en tonos pastel metalizados, rubores rosados intensos que levantan el rostro, piel bronceada que parece iluminada desde dentro y una fascinación permanente por la pedrería.

No hablamos de un toque discreto sobre el párpado, sino de cristales que recorren las sienes, suben por las piernas, aparecen en brazos y se vuelven parte del movimiento en escena. El brillo se convierte en narrativa, no en detalle.


Uno de los looks más comentados nació espontáneamente antes de un show en Malmö.

El estilista llegó con un paquete de estrellas adhesivas para el pelo y Sophia no dudó: imaginó el cuerpo de Zara como una superficie luminosa, como si estuviera reflejando el sol sobre el mar al atardecer. No era solo maquillaje; era una idea performática.

Créditos: Instagram @sophiasinot

Preparó la piel con alcohol, aplicó capas de pegamento de pestañas y comenzó a construir una constelación sobre ella.

En cámara, sobre el escenario y hasta en el celular del público, cada movimiento hacía que el brillo se expandiera como una explosión de luz.

Zara está apostando por una estética que no busca ser correcta, sino sentir algo.

Y Sophia lo resume de manera simple: el color aumenta la dopamina, tiene un efecto biológico real en la emoción y la energía.

Esa es la razón por la que sus propuestas se sienten tan vivas.

Después de años de belleza neutra, monocromática y perfectamente pulida, el regreso del maquillaje maximalista ofrece algo que muchos parecen extrañar: personalidad.

Créditos: Instagram @sophiasinot

Para Sinot, el maquillaje es el terreno más fácil para volver a jugar. Todo se borra con un desmaquillante. No hay riesgo definitivo.

En tiempos donde muchas celebridades comparten exactamente los mismos tonos, Zara Larsson destaca porque se atreve a verse diferente.

No quiere suavizar su presencia, quiere encenderla.

Créditos: Instagram @sophiasinot


Y ese resplandor, con cristales, colores, texturas y un toque 2YK pop, está marcando uno de los regresos más refrescantes de la temporada: el maquillaje vuelve a ser espectáculo.

No discreto, no discreto. Una declaración completa.


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