Los 9 vestidos más memorables de la historia del cine
Desde la silueta negra de Audrey Hepburn hasta el exuberante rojo de Julia Roberts, son algunos de las piezas que se han convertido en símbolos de la cultura pop.
El cine no solo cuenta historias: también crea imágenes inolvidables. Y el vestuario tiene mucho que ver con eso. Más que simple ropa, puede definir personajes, marcar una época o volverse ícono cultural. A veces, un traje dice más que mil palabras y queda grabado en la memoria tanto como la película en sí.
Michelle Pfeiffer “Caracortada” (1983)
Con su vestido satinado y ceñido, en tonos metálicos y cortes rectos, Pfeiffer encarnó el glamour helado de los años 80. Su look como Elvira Hancock es sinónimo de elegancia fría y peligrosa.
Kate Hudson “Cómo perder a un hombre en 10 días” (2003)
El vestido amarillo de seda con espalda descubierta que luce en la escena de gala es simplemente inolvidable. Fluido, brillante y perfectamente ajustado, se convirtió en un ícono del cine romántico moderno.
Marilyn Monroe “Los caballeros las prefieren rubias” (1953)
Con su ajustado vestido rosa chicle y guantes largos, Marilyn cantando "Diamonds Are a Girl’s Best Friend" creó una de las escenas más imitadas de la historia del cine.
Julia Roberts “Mujer bonita” (1990)
El vestido rojo que usa para ir a la ópera no solo representa su transformación, sino que se volvió símbolo de elegancia inesperada. Clásico, dramático y perfectamente acompañado por guantes blancos.
Grace Kelly “Atrapa a un ladrón” (1955)
En la Riviera francesa, su vestido azul de gasa con falda voluminosa y escote sutil muestra el glamour sofisticado de los años 50. Kelly era la elegancia personificada, y Hitchcock lo sabía.
Audrey Hepburn “Desayuno con diamantes” (1961)
El pequeño vestido negro diseñado por Givenchy cambió para siempre la historia de la moda y del cine. Sencillo, elegante y eterno, es el epítome del estilo atemporal.
Marilyn Monroe “La tentación vive arriba” (1955)
La imagen de su vestido blanco levantado por una rejilla del metro es una de las más icónicas del siglo XX. Traviesa, sensual y totalmente inolvidable.
Sarah Jessica Parker “Sexo en Nueva York: La película” (2008)
El vestido de novia de Vivienne Westwood, dramático y estructurado, reflejaba el amor por la moda de Carrie Bradshaw. Glamour en estado puro… aunque no todo salió como ella esperaba.
Keira Knightley “Expiación, deseo y pecado” (2007)
El vestido verde esmeralda, con su caída fluida y espalda al descubierto, es considerado uno de los más bellos del cine moderno. Sofisticado y cargado de deseo, marcó una escena crucial del film.
Con cada costura, color y textura, estos vestidos dejaron su marca en la historia del cine y en la mirada de quienes los vieron por primera vez… o por décima. Porque algunas prendas, como las buenas películas, nunca pasan de moda.