Rizos perfectos: claves para mantenerlos definidos y con volumen
Hidratación, productos ligeros y pequeños ajustes en tu rutina: descubre cómo lograr rizos que se mantienen con forma, cuerpo y movimiento durante todo el día.
Que tus rizos estén planos no es culpa del destino ni de tu genética: suele ser un combo traicionero entre deshidratación, acumulación de producto pesado o una rutina que no los alimenta como corresponde.
Con unos ajustes, ¡puedes recuperar ese rizo vivo y vibrante!
El trío poderoso: limpiar, hidratar, texturizar
La base de unos rizos duraderos está en lo más simple: cómo los lavas, qué tanto los nutres y con qué los ayudas a tomar forma. Este trío de pasos es lo que marca la diferencia entre un rizo que se aplasta al mediodía y uno que llega intacto hasta la noche.
Clarificar sin abusar: un Champú detox cada 2–4 semanas elimina residuos que aplastan tus rizos.
Acondicionadores ultra-ligeros: si tu pelo es fino o soso, aplícalos solo en puntas para evitar peso innecesario.
Proteínas hidrolizadas al rescate: fortalecen, retienen agua, y ayudan a que el rizo mantenga su forma. No tengas miedo, son súper amigas de tu pelo.
La rutina que define rizos con cuerpo
Aplica los productos sobre el cabello mojado, por mechón, amásalo suavemente (“scrunch”) hacia el cuero para estructurar bien el rizo.
Deja que cada rizo se enfríe bien antes de tocarlo; así se fija su forma y volumen.
Secado con intención
El secado al aire es bonito, pero si lo quieres definido y rápido, prefiere usar un difusor a baja temperatura. Así mantienes la hidratación y evitas que pierda su forma.
¿Quieres volumen de inmediato? Seca con la cabeza hacia abajo y, mientras lo haces, sujeta las raíces con coles o pinzas para que levanten y agarren aire.
Lo que NUNCA hagas (aunque tengas ganas)
No tocar tus rizos una vez formados: tocarlos los deforma y les roba volumen en segundos.
2. El cuero cabelludo importa: estimulación con cepillo (tipo masajeador), además de activar circulación, mejora absorción y volumen.
Buenas noches, ¡buenos rizos al día siguiente!
Dormir en fundas de algodón es un crimen contra tus rizos: aplana y fragiliza. Mejor: hacerse una coleta alta y floja en la coronilla para que los rizos mantengan su forma sin aplastarse durante la noche, o envolver el pelo en pañuelo de satén o microfibra antes de dormir.
Suave, sin fricción, y al despertar tendrás otro día de rizos perfectos.
Con constancia y los productos adecuados, tus rizos no tienen por qué ser un juego de azar: pueden ser tu mejor accesorio, todos los días.