El día en que el blanco quedó atrás: las novias que dijeron que sí al color
Aunque la tradición marca un estilo clásico, cada vez más se opta por prendas que rompen lo esperado, haciendo del gran día una celebración única, divertida e inolvidable.
Cuando pensamos en matrimonio, el primer tono que viene a la mente es el blanco. No solo por ser el tradicional, sino también porque en la memoria colectiva se asocia este día con vestidos de esa tonalidad.
Sin embargo, en la moda siempre hay espacio para romper con lo clásico, incluso en uno de los días más importantes de la vida. Y aunque pueda sorprender, no ha sido solo una ocasión aislada: varias estrellas de Hollywood han decidido dejar atrás el blanco y apostar por los colores.
Cuando la variedad cromática se toma el protagonismo
Audrey Hepburn
En 1969, durante su boda con el italiano Andrea Dotti, la actriz rompió todas las reglas del protocolo al elegir un vestido rosa.
Creado por Hubert de Givenchy, el conjunto destacaba no solo por su audaz tonalidad, sino también por su toque distintivo: en lugar del clásico velo, la actriz lució un pañuelo a juego que coronaba su look de manera única.
Elizabeth Taylor
En su quinta boda, junto al actor Richard Burton, la norteamericana rompió con todas las convenciones al elegir un vestido de novia amarillo.
Firmado por Irene Sharaff, el diseño en organza contaba con mangas abullonadas y cuello alto, mientras que su peinado se adornaba delicadamente con lirios y flores de azahar, cerrando un look tan inesperado como elegante.
Rita Hayworth
En 1949, captó todas las miradas con un vestido de novia fuera de lo común. Tras dos divorcios, la actriz se casó con el príncipe Alí Khan en una ceremonia de ensueño en la Riviera francesa.
Su elección fue un diseño de Jacques Fath, con falda plisada y vaporosa en un delicado azul celeste, que combinó con un discreto ramo de azahar y una elegante sombrero a juego, creando un conjunto sofisticado y memorable.
Dita Von Teese
En su boda con el músico Marilyn Manson, la actriz estadounidense llevó su estilo personal hasta el altar con un audaz vestido morado.
El diseño combinaba un cuerpo ceñido tipo corset con una falda de gran volumen, mientras que un sombrero a juego cerraba un look tan atrevido como inolvidable.
Sarah Jessica Parker
Sarah Jessica Parker sorprendió al romper con la tradición del vestido blanco en su boda secreta con Matthew Broderick.
La actriz eligió un elegante vestido negro de tirantes con falda abullonada, un diseño de Morgane Le Fay que combinó sofisticación y originalidad.
Mandy Moore
La actriz de This Is Us también se sumó a la tendencia de los vestidos de novia coloridos.
Después de dos años de relación, Mandy Moore se casó con el actor Taylor Goldsmith, y aunque la ceremonia en su hogar fue especial, lo que realmente llamó la atención fue su imponente vestido rosa empolvado.
Con volantes de tul diseñados por Rodarte y un velo a juego, su look combinó romanticismo y audacia en un solo conjunto.
Chloë Grace Moretz
En una ceremonia íntima celebrada en París, , la actriz optó por un vestido de novia azul celeste diseñado por Louis Vuitton, creado por el director artístico Nicolas Ghesquière.
El vestido, de estilo slip, presentaba detalles de raso y una falda con cola, complementado con guantes largos y un velo a juego.
Aunque el blanco se ha convertido en la tradición en las bodas, no siempre es la tonalidad preferida para el gran día. En este contexto, los colores se presentan como una opción única, divertida e inolvidable.