Está de vuelta: Hailey Bieber revive el mítico G-String
Fue presentado en la colección de Primavera-Verano 1997 de Gucci y de la mano de Tom Ford, revolucionó la moda. Hoy, esta icónica pieza vuelve junto a la modelo.
Hubo un momento, a fines de los 90, en que Gucci dejó de ser sólo una marca de alta gama y se transformó en un ícono cultural.
¿El responsable? Tom Ford, quien en su estallido mediático revolucionó la industria con prendas sensuales y provocadoras.
El hedonismo reinaba dentro y fuera de la pasarela, pero hubo una en específico que lo cambió todo.
La colección de Primavera-Verano 1997 dio vida a una pieza mítica y emblemática: el G-String.
Entre pieles brillosas y un fino erotismo apareció esta tanga, calzón o colaless que rompió con todos los esquemas.
Una prenda de hilo delgadísimo, nylon brillantes y un colgante metálico con el logo de la firma -la doble G- en la espalda baja.
Y no, no se trataba de una simple lencería, sino, de un objeto que era parte de un todo.
Incluso, yendo más allá, se trataba de una declaración que definió el porn-chic propuesto por el diseñador para Gucci.
Por supuesto, la crítica se escandalizó y tacharon este diseño de “provocación innecesaria”, pero tanto las ventas como la historia declararon lo contrario.
Marcó un antes y un después que desafió los códigos impuestos hasta la época. Con el G-String, lucir la lencería se volvió un símbolo de disrupción y sensualidad que todos deseaban.
De Kim Kardashian a Hailey Bieber: el resurgir de un ícono
Hoy, 27 años después de aquella pasarela, este ícono vuelve de la mano de Hailey Bieber y un revival que ha traído de vuelta los emblemas noventeros.
Para la fiesta del “Hombre del Año” de la prestigiosa revista GQ, la modelo lució un vestido Gucci inspirado en los 90.
Precisamente, la temática de la reunión fue “Party Like It’s 1995” y la esposa de Justin Bieber no defraudó.
Junto a su estilista optaron por una pieza de cuello halter y un pronunciado escote en la espalda que dejaba ver su lencería: una reedición del mítico G-String.
No obstante, no es la primera vez que la también fundadora de Rhode deja lucir su lencería, pues para la Met Gala de 2019 llevó un vestido de Alexander Wang que simulaba esta icónica silueta.
Por su parte, Kim Kardashian o Julia Hobbs, editora senior y colaboradora de Moda en British Vogue, han demostrado que no sólo se trata de un resurgir, más bien, de un emblema que siempre ha estado presente.
En 2018, Kardashian dejó ver su tanga vintage a través de Instagram y en 2022, Hobbs hizo lo suyo en un viaje en avión. Eso sí, esta vez se trataba de una reversión en forma de bikini.
Una pieza que más allá de ser un símbolo de sensualidad y deseo, representa también la libertad, audacia y el empoderamiento de una generación que cada vez tiene menos tabúes sobre su cuerpo. Ya no es sólo ropa interior, es moda, actitud y cultura.