Todas las veces que las famosas chilenas reutilizaron vestidos
En un mundo donde la moda se reinventa cada temporada, algunas celebridades chilenas han optado por mirar hacia atrás, dando nueva vida a vestidos que marcaron época.
Ya sea por sustentabilidad, nostalgia o simplemente por el encanto de una pieza icónica, la tendencia de reutilizar looks del pasado está más viva que nunca. Esto se ha visto a nivel global, con galas enteras dedicadas al reúso, como el reciente Vogue World en Los Ángeles. Aunque es una iniciativa internacional, Chile no se ha quedado atrás: varias famosas nacionales han adoptado esta mirada, incluso mucho antes de que se volviera tendencia.
Un guiño al pasado con propósito
Kika Silva fue una de las primeras en hacerlo con fuerza: en la Gala de Viña 2023 sorprendió al lucir el legendario vestido transparente de Cecilia Bolocco, un diseño que definió toda una era en la alfombra roja chilena. Más que un gesto de estilo, fue una declaración sobre el poder de la memoria en la moda, demostrando que una prenda bien elegida puede trascender generaciones.
Otra que se sumó a esta tendencia fue Marcela Vacarezza, quien deslumbró en la gala del Festival de Viña con un vestido de Emilio Pucci, el mismo diseño que había lucido antes la supermodelo Miranda Kerr. Su elección no solo generó conversación por el parecido, sino también por la elegancia con la que lo reinterpretó, adaptándolo a su propio estilo.
En tanto, Kika Silva apostó por un gesto aún más icónico: reutilizó el legendario vestido transparente de Donatella Versace, popularizado por Jennifer Lopez en los 2000. Con esta decisión, la modelo chilena no solo rindió homenaje a un momento histórico de la moda, sino que también reafirmó su postura a favor de la moda sustentable y con propósito, demostrando que los clásicos pueden volver a brillar con una nueva energía.
La nostalgia se vuelve tendencia
En la misma línea, Tonka Tomicic y Marcela Vacarezza han apostado por rescatar piezas de su propio clóset, dándoles un nuevo aire en premiaciones y eventos. Vacarezza, de hecho, ha hecho de la reutilización su sello: aquel vestido con el que brilló en una gala de Viña años atrás volvió a deslumbrar en los Premios Lo Nuestro, mostrando que la elegancia no depende de la novedad, sino de la actitud.
Para muchas, reutilizar un vestido es una forma de rendir homenaje. Nicole Moreno, por ejemplo, revivió el diseño que usó cuando fue reina de Viña del Mar, cargándolo de simbolismo y emoción. En el caso de Millaray Viera, su elección de un look previamente usado por Karen Doggenweiler refuerza una estética más consciente y sofisticada, además de rendir homenaje a una figura que admira. Como ella misma señaló, el gesto fue “un tributo humilde” a la conductora de televisión.
Esta tendencia de reutilización en la moda tiene un mensaje claro: repetir no resta estilo, lo multiplica. En tiempos donde el consumo rápido domina la industria, ver a figuras públicas optar por rescatar prendas del pasado es un recordatorio de que la elegancia también puede ser consciente.