Constanza Piccoli: de vestirse para ocultarse a elegir su ropa con libertad
La actriz y creadora de contenido habló sobre cómo pasó de taparse por inseguridades a reconectar con la libertad y el juego en su estilo personal.
En el nuevo capítulo de Somos La Percha Podcast, Constanza ‘Coni’ Piccoli abrió una conversación íntima sobre una experiencia dolorosamente común: cómo la exposición pública y los comentarios sobre el cuerpo pueden moldear —y a veces limitar— nuestra forma de vestir.
La actriz, que creció frente a las cámaras y participó en series de televisión como BKN y Karkú, recuerda que en su niñez se vestía con más libertad: "Me atrevía mucho más que lo que me atrevo hoy, porque tenemos menos prejuicios con respecto a nuestro cuerpo, a cómo nos ven el resto", dijo.
El dilema de la ropa: vestirse o esconderse
Esa seguridad comenzó a tambalear en su adultez temprana, cuando la exposición mediática y las redes sociales hicieron mella en su autopercepción.
"Hace cuatro años atrás me vestía para tapar algo", contó Coni Piccoli. “De los 24 hasta los 27 estuve constantemente vistiéndome para que no se me viera algo, y al final terminaba poniéndome cosas que no me quedan bien, que no me gustaban”.
De hecho, este periodo, en que evitaba mostrar ciertas partes de su cuerpo por miedo a críticas, no llegó solo con la edad. La televisión y los programas de farándula, dice, fueron un gran influyente en esta mentalidad: "Muchas veces fui criticada, y no por la ropa, sino por cómo se veía mi cuerpo con esa ropa... ahí estamos mal".
La evolución hacia el amor propio
Hoy, Piccoli vive una reconciliación con la moda y consigo misma. Ya no hay prendas que evite solo por timidez, y ahora su clóset está lleno de colores.
"Ya no salgo de mi casa pensando que me tengo que ver flaca", asegura. "A nadie le importa tanto como a uno", reflexiona Constanza, para quien el verdadero cambio no solo está en el outfit, sino en la mentalidad: "Se nota cuando una persona está segura de sí en todo ámbito, no solo con la ropa. La ropa es un accesorio a la vida".
En su recorrido personal, Constanza pasó de esconderse detrás de la ropa negra “para pasar piola” a abrir su clóset a los colores, las texturas y, sobre todo, a sí misma.
Hoy no se viste para cumplir con expectativas ni para complacer a otros, sino para sentirse cómoda, auténtica y libre. Y en esa libertad, dice, encontró la mejor tendencia que ha usado en su vida.