El origen del traje de huasa elegante: tradición, estilo y símbolo de identidad chilena
Desde las fondas hasta los escenarios folclóricos, este atuendo femenino ha representado por más de un siglo el orgullo y la herencia cultural del campo chileno.
El traje de huasa elegante no solo es una prenda tradicional; es el reflejo de un país que, en cada Fiestas Patrias, revive la unión entre historia, raíces rurales y sofisticación femenina.
Un poco de historia
Durante el periodo colonial del Imperio Español (1600-1810), el traje típico estaba compuesto por una blusa y una falda, generalmente con estampados floreados o colores vivos.
Con el tiempo, la elite chilena tomó elementos del atuendo del huaso —como el sombrero y la chaqueta— y los transformó a su manera: alas más pequeñas, chaquetas más cortas y detalles refinados.
Esta adaptación no solo reflejaba estilo, sino que funcionaba como un claro símbolo de estatus social, marcando la diferencia frente las chinas (empleadas domésticas).
El traje moderno
También llamado “de salón” o “pituca”, corresponde al de una huasa lista para montar a caballo. Fue usado por primera vez en el “Ballet Folclórico Pucará” en los años 60.
Más tarde, en 1969, el mexicano Rodolfo Reyes —director del Ballet Folclórico Nacional— lo modifico a una propuesta más artística.
El cual alisó y estrechó el ropón (confundido como enagua), una tela que cubre el vestido al cabalgar, para que fuera más cómodo al moverse y se cuidara la tela del mal olor del caballo.
Las prendas
Esta vestimenta está compuesta por una falda larga de corte recto, generalmente de tonos oscuros, acompañada por una blusa blanca de mangas largas, chaqueta corta entallada y sombrero de fieltro negro, similar al de los huasos.
El look se completa con botas o zapatos de cuero, además de un pañuelo o mantilla que aporta el toque elegante.
Hoy, cada septiembre, este traje cobra protagonismo en fondas y desfiles, manteniendo vivo un legado que conecta el pasado y el presente.
Su permanencia demuestra que la moda también es un símbolo cultural y que las Fiestas Patrias no solo se celebran con música y gastronomía, sino también con identidad textil.